ANTHOPHILA
Anthophila
Del griego "que ama las flores"
Los antófilos, conocidos comúnmente como abejas, pertenecen de un linaje monofilético, es decir, que todos los organismos han evolucionado a partir de una población ancestral. Cuentan con más de 20,000 especies conocidas. Las abejas al igual que las hormigas, evolucionaron a partir de avispas.
Los antófilos, conocidos comúnmente como abejas, pertenecen de un linaje monofilético, es decir, que todos los organismos han evolucionado a partir de una población ancestral. Cuentan con más de 20,000 especies conocidas. Las abejas al igual que las hormigas, evolucionaron a partir de avispas.
Actualmente las abejas no son depredadoras de insectos, pero eran miembros de la familia Crabronidae, y estas si se alimentaban de otros insectos.
Y es posible que las primeras abejas comenzaron a alimentarse del polen, porque algunas de sus presas estaban cubiertas de el y gradualmente, hayan empezado a alimentar a sus crías con el polen en vez de insectos.
Comportamiento, organización y estilo de vida
La abeja es famosa por su comportamiento altamente organizado y enfocado en el trabajo. Forma colonias constituidas por miles de individuos y cada uno de éstos tiene una función por realizar.
Cada colonia ocupa una colmena o panal y en cada una hay tres tipos de abeja; la reina, obreras y zánganos.
Algunas especies de abejas son agresivas, pero por otro lado, hay otras especies que no lo son, debido a que, al picar a alguien, estas mueren, dejando el aguijón junto con parte del abdomen.
El ciclo vital de las abejas, ya sea de las especies solitarias o sociales consiste de varias etapas, comenzando por el huevo.
La larva carece de patas y pasa por varias mudas. Cuando llega al tamaño final se convierte en pupa. Durante este periodo tiene lugar la metamorfosis. El adulto alado emerge de la pulpa. La mayoría de las abejas solitarias y semi sociales de climas templados pasan el invierno en el estadio adulto o el de pupa y emergen en la primavera, cuando numerosas plantas están floreciendo. Generalmente los machos emergen primero y proceden a buscar hembras con quién aparearse.
El sexo de las abejas es determinado por el sistema de haplodiploidia en que los huevos fertilizados son hembras y los no fertilizados son machos. Después del apareamiento la hembra almacena el esperma y puede controlar qué huevos son fecundados o no. Las abejas tropicales pueden tener varias generaciones al año y no pasar por diapausa , cómo lo hacen la mayoría de las especies de abejas de otros climas.
El huevo es generalmente oblongo, ligeramente curvado y con un extremo más afilado que el otro. En el caso de abejas solitarias cada huevo es depositado en una celdilla que ha sido provisionada con una mezcla de polen y néctar.
En las abejas sociales hay alimentación progresiva (la larva sigue sigue recibiendo alimento durante su desarrollo).
Navegación, comunicación y búsqueda de comida
Karl von Frish (1953) descubrió que las obreras de la abeja doméstica pueden usar navegación e indican la localización de comida a sus compañeras por medio de la danza de la abeja.
Demostró que las abejas pueden orientarse en 3 formas diferentes: por medio del sol, por la polarización de los rayos de luz y por el campo magnético de la tierra.
Los habitantes de la colmena y sus tareas
La reina: Es la única hembra que fecunda. Se distingue por su tamaños, siendo este mucho mayor al resto de abejas y por sus alas, que son muy cortas en relación a su cuerpo. Posee aguijón, pero solo utiliza para luchar contra otras abejas reinas.
Obreras: Ocupan muchas funciones de acuerdo a la edad que estas tengan. Al nacer empiezan a trabajar de limpiadoras retirando de las celdillas los residuos. Al cuarto día se convierten en nodrizas y alimentan a las larvas. A partir del décimo día se convierten en damas de honor de la abeja reina. Y finalmente en el vigésimo día y hasta su muerte salen de la colmena en búsqueda de néctar, polen, propóleos y agua.
Zánganos: Nacen de un huevo no fecundado. Cumplen una noble función, fecundar a la reina y proporcionar calor al nido de cría. Su vida es de dos a tres meses, dependiendo de que haya néctar suficiente. Si no es así, son expulsados de la colmena y vilmente exterminados. Carecen de aguijón.
La importancia de las abejas para el medio ambiente
Las abejas tienen una increíble importancia para el medio ambiente, son un pilar importante para nuestro planeta. Además de la creación de la miel, su verdadero valor fundamental, es la polinización. De las aproximadamente 9,000 plantas diferentes que hay en la Península Ibérica las abejas visitan no más de 300.
para conseguir una carga de néctar de su buche una abeja necesita visitar entre 1.000 y 1.500 flores, pudiendo hacer una media de 10 viajes diarios. Si consideramos una colmena media de 50.000, durante una floración de 20 días habrán visitado mil millones de flores. Para conseguir un kilo de polen, se necesitan aproximadamente 60.000 viajes.
La abeja es un auténtico detector ecológico porque su cuerpo esta cubierto de pelos que ayudan a capturar las substancias que entran en contacto con ellos, es sensible a muchos productos tóxicos y visitan todos los sectores ambientales: suelo, vegetación, aire y agua, y almacenan gran diversidad de productos en las colmenas sobre las que realizar las verificaciones.
¿Qué pasaría si ellas desaparecieran?
Por todo lo mencionado, la desaparición de las abejas provocaría una auténtica crisis alimentaria. Cerca de un 84% de los cultivos comerciales depende de la polinización que realizan. Como ejemplo, en Andalucía, en 1987 se esperaba buena cosecha de girasol, pero no lo fue, por la ausencia de colmenas debido a las pérdidas de abejas que causó el ácaro varroa.
Y es que las abejas cumplen una misión esencial en el ciclo de la vida, polinizan innumerables plantasque sirven de alimento a muchas especies de animales, que a su vez, sirven de alimento al ser humano.

https://youtu.be/kWI2EKBOueI
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